lunes, 11 de mayo de 2009

¿Por qué son importantes las estrategias en las búsquedas en Internet?

Introducción

Realizar búsquedas exitosas en Internet se ha vuelto un desafío. Cada vez son más las personas con acceso a la red mundial más popular, donde se pueden encontrar grandes cantidades de información de todo tipo y una extensa variedad en las formas en que ésta se representa, que va desde el texto simple hasta contenidos interactivos basados en video, como la teleconferencia en tiempo real. Sin embargo, es precisamente esta característica del Internet actual la que provoca que por momentos este útil recurso parezca inaccesible. ¿Cuál es la mejor forma de buscar información? ¿Qué actitudes tomar para evitar abandonar las búsquedas en el primer intento? ¿Qué mecanismos existen para comprobar la fiabilidad de la información recuperada? Estas son las preguntas que nos hacemos cada vez que emprendemos la difícil tarea de buscar información en la red. El presente texto es una breve reflexión sobre la importancia que tiene la definición y puesta en práctica de la estrategia personal como determinante del éxito o fracaso de las búsquedas en Internet.

El aumento progresivo de la información

Según datos de que aporta la compañía de estadísticas sobre mercado digital Comscore, en el último mes del año pasado se superó la cifra de los mil millones de usuarios de Internet. Esto implica que cada vez más personas tienen la posibilidad de colocar información libremente en la red, hecho que trae como consecuencia directa la acumulación de grandes cantidades de datos. Podríamos pensar que estas son buenas noticias, pero existe una dificultad: ¿cómo saber elegir entre tanta información? Conforme aumenta la disponibilidad de los recursos informativos en Internet, aumentan también las dificultades para seleccionar y analizar adecuadamente, se plantea entonces el reto de idear mecanismos, estrategias y criterios que permitan realizar esta actividad con éxito.

La aplicación de estrategias

La consultora de educación a distancia Marta Fuentes Agustí (2001) señala la importancia de ser estratégicos al momento de realizar búsquedas en Internet:
Los usuarios menos estratégicos actúan por ensayo y error sin trazar un plan previo, sin conocer qué recursos de búsqueda existen [...] y sin clarificar tampoco qué palabras clave son las más relevantes para el tema o qué criterios pueden resultar más fiables para seleccionar los mejores sitios [...]. Utilizan el primer sistema de búsqueda [...] sin tener en cuenta sus características y las de la demanda [...] Cuando no encuentran lo que desean tienden a dar por terminada la búsqueda […]. Los usuarios que tienden a llegar a mejores resultados en la búsqueda […] son los que siguen un proceso estratégico que implica un ir y venir entre lo que quieren buscar y la manera en que lo hacen. […] toman decisiones más oportunas en función de la información hallada y de las condiciones de la situación y la tarea. Las revisiones son constantes a lo largo de todo el proceso.

Una estrategia se refiere a establecer las líneas de acción a seguir para lograr un objetivo. Una de las definiciones que aporta el Diccionario de la Lengua Española señala que una estrategia es: “En un proceso regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento”. De acuerdo con la definición, podemos decir que, si utilizamos una estrategia, podemos asegurar el éxito en nuestras búsquedas, pero ¿la misma estrategia funciona para todos? Creo que cada uno debe construirla y adaptarla. Por ejemplo, en la estrategia que empleé durante la actividad de esta semana es la misma que la utilizada por otros compañeros: la utilización de motores de búsqueda de distintos tipos, la definición de las palabras claves del tema, el uso de operadores lógicos, la generalización de conceptos en categorías, el aprovechamiento del servicio de búsquedas avanzadas que ofrecen los buscadores y la ejecución de búsquedas recursivas. Pero para hacerla mi estrategia he incluido además, otros elementos más subjetivos, esto es: tener claro cuál es el objetivo de mi búsqueda, qué es lo que pretendo encontrar y qué sé respecto al tema. Son estos elementos los que marcan la pauta del inicio de mi búsqueda.

¿Qué hacer para elegir una buena estrategia?

En Internet existen manuales y tutoriales que ofrecen consejos para la realización de búsquedas en la red, un ejemplo es la serie de sugerencias que Microsoft ofrece en uno de sus sitios web, el cual visité y tomé en cuenta. La mayoría de estos sitios darán recomendaciones sobre qué buscadores elegir, cómo utilizar los conectores lógicos, cómo realizar búsquedas avanzadas, etc. Como complemento a esta información se debe mantener una actitud receptiva, analítica y crítica en el momento de seleccionar la información, cuestionarse continuamente sobre su validez y realizar búsquedas recursivas. No olvidemos la importancia que tiene el considerar las aptitudes y conocimientos personales como punto de partida de la búsqueda.


Conclusión

Emprender la tarea de realizar búsquedas en Internet es una actividad que no se debe tomar a la ligera. Aunque exista una gran cantidad de manuales de estrategias, éstos no nos enseñan a pensar, ni a ser críticos, ni selectivos. Cada estrategia es distinta porque considera aspectos personales de quien la diseña. Una estrategia de búsqueda que me funcione, tal vez no le funcione a otros de la misma forma, ya que la he adaptado en función de mis propias necesidades y formas de pensamiento. Con esto concluyo que las estrategias son determinantes en el éxito o fracaso de las búsquedas en Internet, que podemos diseñarlas tomando como base estrategias más generales y que podemos adecuarlas a nuestras necesidades y metas. Las búsquedas en Internet no tienen que ser un suplicio, sino un ejercicio de crítica y análisis que nos permitan lograr objetivos.

Referencias

La cantidad de usuarios de Internet supera la barrera de los 1,000 millones. Recuperado el 8 de mayo de 2009, de
http://www.estereofonica.com/la-cantidad-de-usuarios-de-internet-supera-barrera-de-1000-millones/

Fuentes, M. (2001). Naufragar en Internet. Estrategias de búsqueda de información en redes telemáticas. Recuperado el 7 de mayo, de http://www.uoc.edu/web/esp/art/uoc/0109037/fuentes.html

Sugerencias para realizar búsquedas en Internet. Recuperado el 8 de mayo de 2009, de http://windowshelp.microsoft.com/Windows/es-ES/help/32d181ae-9aea-4e83-9126-3cfaaf5170563082.mspx
Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22.a ed.). Recuperado el 10 de Mayo de 2009, de http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=estrategia

Reseña del texto "La mente sintética" de Howard Gardner

Gardner, H. (2005). La mente sintética. Las cinco mentes del futuro: Un ensayo educativo. Barcelona: Paidós, 41-58.

Howard Gardner es considerado como uno de los intelectuales con mayor influencia en el ámbito de la educación, la psicología y la empresa. Se le reconoce especialmente por su Teoría de las Múltiples Inteligencias que dio a conocer en 1983. Es profesor e investigador en la Universidad de Harvard en EU y director del Proyecto Zero. Gardner ha escrito numerosos artículos y libros sobre la relación que existe entre la mente y el aprendizaje, en uno de ellos, Las cinco mentes del futuro: un ensayo educativo, publicado en 2005 por la editorial Paidós en Barcelona, señala la existencia de cinco tipos de mentes que deben cultivarse: la mente disciplinada, la mente sintética, la mente creativa, la mente respetuosa y la mente ética.

El segundo capítulo del libro está dedicado a la mente sintética. Mientras que por un lado nos regocijamos ante la gigantesca cantidad de información disponible en los distintos medios, por otro, podemos sentirnos frustrados cuando intentamos seleccionarla, analizarla o resumirla y, sobre todo cuando queremos integrarla de forma coherente. Esta problemática es abordada por el autor quien evidencia la necesidad que tiene el ser humano de desarrollar efectivamente su capacidad de síntesis, es decir, transformar su mente en una mente sintetizadora.

Entre los distintos tipos de síntesis que menciona, Gardner ofrece una atención especial al trabajo interdisciplinario, reconocido como la adecuada combinación e integración de dos o más disciplinas que se yuxtaponen de tal manera que puedan aportar conocimientos que de manera aislada no sería posible. Podemos observar que en muchos ámbitos es deseable el trabajo interdisciplinario, aunque no se tiene la certidumbre de que siempre funcione, las razones son variadas: no existe disponibilidad para el trabajo en equipo, puede ser rechazado si se basa en una imposición o depende exclusivamente de la motivación y compromiso personales de unos cuantos, pensemos en algunos proyectos temporales de índole gubernamental o institucional que nunca se concluyen. Paradójicamente a los beneficios que se obtienen cuando se pone en práctica el trabajo interdisciplinario, los mayores riesgos de obtener síntesis inadecuadas provienen precisamente de éste. Es imprescindible confirmar que efectivamente se trata de trabajo interdisciplinario y para ello se debe, por un lado, tener certeza de que las disciplinas involucradas se estén aplicando correctamente, es decir, que se tenga al menos un dominio de los conocimientos básicos de cada una, y por otro, para diferenciarlo del trabajo multidisciplinario, es necesario que las relaciones se establezcan a través de las distintas ideologías y métodos de los integrantes.

Retomando la teoría de Gardner, la dificultad que presenta la construcción de síntesis se debe principalmente a la presencia de dos factores estrechamente relacionados con el proceso de aprendizaje del ser humano. El primero se refiere a la disminución de la capacidad de hacer comparaciones y metáforas, tan abundante durante los primeros años del aprendizaje, capacidad que a medida que pasa el tiempo van mermando, el segundo es el contexto inmerso en cada conocimiento que se adquiere, cuya aplicación en el futuro difícilmente se extiende a otros ámbitos.

El autor hace uso de su conocimiento de la inteligencia humana al plantear la diferencia entre la forma en cómo se aplica la síntesis desde la inteligencia-láser, la inteligencia-reflector y las características personales como el pensamiento lineal o la curiosidad. La diferenciación entre los tipos de inteligencias, la existencia de las mismas y el hecho de que la inteligencia es una capacidad que puede desarrollarse, son algunas de las más importantes contribuciones que hace Gardner al mundo de la psicología y de la educación. Partiendo de este conocimiento, el autor propone rescatar los primeros indicios de actividad sintetizadora y reforzarlos continuamente. Aunque se topa con un problema: formalmente no existen criterios para determinar si las conexiones son adecuadas o no, ante este dilema el autor ofrece posibles soluciones: la identificación explícita de lo que se requiere de las tareas, la enseñanza de formas de síntesis y la crítica valorativa de las síntesis a manera de retroalimentación. Es aquí donde entra el profesor como ejecutor de estas soluciones.

En un texto escrito en un lenguaje común, con pocas referencias a términos técnicos y con el auxilio de la ejemplificación de los supuestos mediante la descripción de situaciones comunes, Gardner hace manifiesta la urgencia de desarrollar la capacidad de síntesis. Los conocimientos han dejado de estar agrupados en grandes áreas como sucedía en la antigüedad, al contrario, el nivel de especialización crece paulatinamente, para frenarlo el autor ofrece dos alternativas: que la formación de los estudiantes esté orientada a su participación en grupos multidisciplinarios y la creación de programas que perfeccionen la capacidad de síntesis, cuya práctica dependerá del personal experto y de la formulación de criterios de determinación.

La lectura del texto es obligatoria para los estudiosos de la psicología, una invaluable herramienta para los profesionales de la educación y una guía para hacer más eficiente el trabajo en equipo en las organizaciones, aporta conceptos relevantes aplicables en prácticamente todos los ámbitos en que se desenvuelven las personas. A través de una exposición clara, el autor apoya su tesis en ejemplos prácticos, señalando sin disimulo las enormes deficiencias de los sistemas educativos actuales, que no han logrado establecer una calidad en la enseñanza que potencialice las capacidades mentales del ser humano.

Resumen del texto "La mente sintética" de Howard Gardner

Ante la gran variedad y cantidad de información disponible actualmente es imprescindible contar con la capacidad de síntesis. Entre los tipos de síntesis que pueden apreciarse, sobresale el trabajo interdisciplinario como la más compleja, ya que exige el pleno conocimiento de las disciplinas y que éstas se integren adecuadamente. Sin embargo, existen factores que impiden el desarrollo del pensamiento interdisciplinario: la disminución de la capacidad de comparar y el contexto adherido a los conocimientos que impiden extender su aplicación. No existe un acuerdo general sobre la forma en cómo inculcar el pensamiento sintético en la escuela, en el mejor de los casos se aprovechan las conexiones que hacen los estudiantes desde temprana edad y se trata de mantenerlas, pero no existen criterios para determinar su validez. El reto de la educación es formar a los estudiantes para su incorporación en grupos interdisciplinarios y crear programas que desarrollen la capacidad de síntesis, para lo cual se requiere contar con expertos y definir los criterios que hagan posible la identificación del pensamiento integrador.